Gráfica Baroja es el espacio regentado por Nahiko Azurmendi, que arrancó su actividad en el verano de 2021. Además de desarrollar su actividad artística en él, ofrece sus servicios a otros artistas que deseen crear y producir obra gráfica, a coleccionistas que quieran adquirir obra aquí producida, o a empresas y particulares que estén interesados en encargar obra personalizada. Sirve también de base de operaciones al equipo de creación y producción Tarlatana.
El espacio cuenta con las distintas áreas de trabajo necesarias durante el proceso, herramienta y materiales, así como con un excelente tórculo Arteina T600 TSR, con pletina de 60 x 120 cm.
Técnicas de grabado y estampación
El taller está preparado para diversos sistemas de estampación en función de las obras y su concepción artística, ya que se pueden utilizar diferentes técnicas.
El huecograbado es el procedimiento que utiliza las hendiduras para alojar la tinta y que mantiene blanca la superficie de la plancha matriz. Trabajamos sobre todo el grabado en cobre (calcografía), a través de medios directos con el buril o punta seca para retirar el material, o bien a través de métodos indirectos con el ácido como medio para conseguir socavar la superficie del metal, tales como el aguafuerte y sus derivados. Entre ellos la aguatinta, aguatinta al azúcar, grabado a la sal, barniz blando, lavis, etc.
En grabado en relieve, donde la tinta se asienta en la superficie y el hueco se mantiene blanco, recurrimos al grabado en madera (xilografía) y su derivada la linoleografía, que en lugar de madera utiliza el linóleo como material para realizar las planchas, debido a que este es más blando y homogéneo.
Ambas técnicas se trabajan con gubias de distintas características para retirar el material.
El grabado en plano, que viene derivado de la litografía tradicional, se basa en el uso de una plancha lisa en la que las zonas que van a imprimir están tratadas para repeler el agua, mientras que el resto de la plancha está totalmente húmeda. En el momento en el que se aplica la tinta, solo se adhiere en las zonas en las que no hay agua. Dicho proceso lo llevamos a cabo a través de la fotolitografía, que permite grabar una imagen editada digitalmente en plancha de aluminio recurriendo a los servicios de la industria gráfica, o bien de papel de poliéster en una impresora láser doméstica.
La estampa puede realizarse a una sola tinta o a varias, utilizando una plancha o combinando más, o incluso añadir color a través de papeles coloreados que se integren en la obra en el momento de la estampación.